Uno de los clásicos más emocionantes del mundo futbolístico vio, el 19 de noviembre del año 2005, la mejor versión de Ronaldinho Gaucho, malabarista brasileño del balón, que en esa jornada brilló de manera épica para anotar dos tantos en el 3-0 a favor del Barcelona ante el Real Madrid, y llevarse una ovación de pie, pocas veces vista, del público rival en el propio Santiago Bernabéu.
Ese año era uno de los mejores para Ronaldo de Assis Moreira, conocido deportivamente como Ronaldinho. El brasileño se encontraba en pleno auge y en su mejor nivel, cuando el 19 de noviembre del 2005, el Barcelona debía ir a la casa de los ‘galácticos’ blancos para una nueva edición del clásico español, que en la previa se presentaba como un parejo duelo.
«El día del partido en el Bernabéu fue una experiencia muy linda porque siempre los clásicos son distintos, ¿no? Y en España más todavía, porque todo el país para, para ver este partido. La preparación, la semana de un Clásico es siempre distinta, y este día fue especial para mí», relata su vivencia, días previos al partido, el astro brasileño.
El día del juego llegó y el Santiago Bernabéu se presentó con plena tonalidad blanca y en máxima efervescencia. ‘Dinho’, como siempre, en su semblante una amplia sonrisa y a su lado un joven Lionel Messi, que para ese partido fue incluido de titular por primera vez en un clásico.
Ambos conjuntos tradicionales del fútbol español se enfrentaban por la duodécima jornada de Liga, en un lance donde dominaba el nerviosismo, debido a que los dos equipos estaban separados tan solo por una unidad en la tabla de posiciones.
Ronaldinho comenzó su excepcional noche colocando a los 10’ un magistral pase al camerunés Samuel Eto’o, quien definió recto y paralelo a la línea de gol, intimidado por el guardameta Iker Casillas.
Precisamente el delantero africano será el encargado de abrir el marcador, tras recibir el esférico de Lionel Messi. El 1-0 puso al Madrid en posición de ataque, aunque fue el conjunto azulgrana el protagonista de las acciones más propicias para aumentar su ventaja, con la conducción artística del crack ‘Dinho’.
“Jugamos un gran partido lo recuerdo bien; no solo mío, sino de todo el equipo. Me acuerdo muy bien de todo el partido», recuerda el brasileño sobre el trámite del juego.
-El Bernabéu de pie-
El equipo blanco fue con todo en busca de la igualdad en la segunda mitad y, con los espacios, era momento ideal para que Ronaldinho se luzca ante la defensa rival. Todo comenzó en el minuto 58’….
Aunque ambos tantos tienen mucha similitud, el primero fue el de mejor factura, debido a que el astro emprendió carrera desde la mitad de la cancha. Dejó en el camino a Sergio Ramos con una finta y de la misma manera dejó en el piso a Iván Helguera, para quedar frente a la humanidad de Casillas, a quien venció con un sutil remate colocado con el interior del pie derecho.
El público del Bernabéu quedó conmocionado ante el golazo de Ronaldinho, que muchos espectadores aplaudieron tímidamente al brasileño.
El 2-0 hacia que se notara más la diferencia entre ambos equipos colmados de estrellas, donde un solo jugador ha sido capaz de, literalmente, desquebrajar al rival y ese hombre fue Ronaldinho, que colocó la guinda a la goleada en el minuto 76’…
Esta vez recibió el balón unos metros más adelante, pero sobre el mismo sector derecho de la defensa blanca y, ante el mismo defensor, dribleó para marcar el 3-0 y el segundo de su autoría.
Ahora sí… todos los aficionados presentes en el mítico estadio Bernabéu se pusieron de pie y comenzaron a aplaudir a rabiar al astro sudamericano. Una noche inolvidable para Ronaldinho, de las mejores de su extraordinaria carrera deportiva.
«Pocos jugadores han tenido esta felicidad, en un Clásico la afición del mayor rival, el rival más grande, te aplauda. Pocos han tenido esta felicidad», reconoce el ídolo de la afición blaugrana, que en esta jornada cumple 38 años de edad.
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